Parece una frase contradictoria? No, no lo es, en absoluto! Es el día a día de muchos de nosotros. Me explico.
El pasado fin de semana asistí al último módulo del 2 curso del Método Phi, método introspectivo de conocimiento propio, http://espaciophi.com/saludnatural/metodo-phi/ que llevo realizando desde hace 6 años. Al finalizar la sesión, se nos pidió que escribiéramos un deseo en un papel, que daríamos a otra persona. A pesar de que luego resultó que ese papel era para cada uno de nosotros! Ajá!
.-Y yo escribí: “Sé feliz a pesar tuyo. Y perdónate todo lo que puedas”.
Ese “a pesar tuyo” que salió espontáneo y como una gracia, es un razonamiento complejo y profundo. Pues se refiere a pesar de tu mente rayada –si se me permite la expresión-, a pesar de la cháchara mental que inhibe tu conexión con la quietud de tu ser esencial.
Hago tanto caso a mi mente que me despisto y me alejo de la luz. Por eso añadí la coletilla “a pesar tuyo”. Porque vivo en la mente. No en mi mente. Empecemos por ahí… porque la mente no es mía. Yo me identifico con ella, y aquí está nuestro gran error.
Y como me explicaba ayer una paciente de la Unidad de estrés del Instituto I. Umbert http://www.idermumbert.com/es/estres.php ella le decía a su mente: “Mente, déjame en paz que me quiero ir a nadar”
.-Y la mente le iba diciendo: qué pereza! Ahora? Después de comer? No, quédate tranquila… Y ella, no haciéndole caso a su mente, cogió los bártulos y se fue a la piscina.
Y, el resto de la frase “perdónate todo lo que puedas”, lo dejamos para otro Post