¿Qué rumbo está tomando tu vida?, ¿qué es lo más importante para ti? Muchos de nosotros afirmamos: la felicidad.

Unas cuantas reflexiones a modo de final de curso…

 

Matthieu Ricard, monje budista, considerado “el hombre más feliz del mundo” afirma en una Contra de L.V.  “(…) la felicidad no es una sucesión de placeres: ¡eso agota! La felicidad es otra cosa: es un modo de ser”. Y añadiría, es un estado del SER. Estado en el que uno se encuentra y le dicta su conciencia. https://www.lavanguardia.com/lacontra/20230125/8706867/placer-felicidad-necios.html

Para Platón el concepto de felicidad es semejante al de Tales: son felices los que poseen bondad y belleza. Qué bello y profundo a la vez.

 

La felicidad NO es una meta, es un camino en el que tratamos de conseguir ese estado de múltiples maneras. La filósofa francesa Simone Weil, lo explica con las siguientes palabras que he resumido; ella entiende el mundo como un metaxu entre el ser humano y Dios, es decir, aquello que los separa, pero que al mismo tiempo los conecta y posibilita su relación. Todo metaxu debe comprenderse, afirma, como un medio y jamás como un fin, de lo contrario, correremos el riesgo de instalarnos en ellos.

 

¿Rumbo?: mejorar mi estado emocional, esa búsqueda es esencial. Conocerse. Como dice la cita “antes de la iluminación, dar cera, pulir cera. Después de la iluminación, dar cera, pulir cera”.  Verse y rectificar, verse y rectificar. Revisar nuestras actitudes, darnos cuenta. Vernos en nuestras imperfecciones y recuperar espacio. Ver mis inercias y poner conciencia para atajarlas y ver que no pasa nada por NO seguirlas.

 

Vivir con los que nos rodean respetando sus decisiones sin intentar llevarlos-as a tu terreno.

 

Ojo a la insatisfacción permanente, y ojo a las falsas satisfacciones, a estar bien… a ocuparse solamente en estar a gusto. Qué peligroso… “Un ego contrariado es un ego en el camino” nos recuerda a menudo Swami Rameshwarananda https://cvuc.eu/

 

Saber lo que me gusta.

 

Hacerme dueña de mí misma, de mi mismo.

 

Ser sinceras-as-os con nosotras-os mismas-os.

 

Hacer lo que quiero hacer. Perseverancia, disciplina y paciencia.

 

Vivimos esperando desde fuera y nos cuesta conectar con lo que queremos de verdad. La clave está en el trabajo con uno mismo, con una misma.

 

Abrirse al silencio para comprender y comprenderme, y desde allí ir viendo que nos trae la vida. Aprender a dejarse guiar por ella, por la inteligencia de la vida. Porque la vida la compone mi propia visión. Puede ser una vida creada y deformada por mi pensamiento condicionado o puede ser una vida que surge del silencio de la mente y la intuición.

Como decíamos el otro día en el post de Instragram,  https://www.instagram.com/p/Ct1u0B9oHBt/?hl=es es a través del discernimiento donde vemos la luz que nos ilumina, la luz que somos. “Porque el ser humano se ilumina desde dentro, y no desde fuera” como afirma Consuelo Martín en su obra “La revolución del silencio”.

 

Y acordaros de algo más prosaico e igual de importante: estar hidratados. El agua es el transporte del cuerpo.

 

Muy buen verano queridas y queridos.
Nos volvemos a ver en septiembre con el método inspira.

Con cariño,

Inés

 

 

 

 

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