OTOÑO…. 🍁🍂 Entramos en el otoño y apetece recogerme, vigilar la alimentación y volver a tener una vida más equilibrada, lejos ya de los excesos del verano.
Pero a la vez siento cierto nivel de tristeza, más dificultad para concentrarme, cansancio y una cierta apatía que combato con el NO PENSAR; hacerlo y punto.
Mi disciplina son tres cosas para mi importantes y diría también vitales: el ejercicio diario, la meditación matutina y el cambio de alimentación a unos menús energéticos y de calidad. La amalgama de todo ello hacen que este tránsito sea mucho más llevadero.
El cambio de estación trae menos horas de luz, ✨ el sol brilla distinto, cambia el ángulo y pierde fuerza. Y con esta nueva inclinación del sol el mar se torna plateado como en la foto, la presión atmosférica cambia, y eso produce fatiga acabo de leer.
Me doy cuenta de que puedo NO hacerle caso a esa tristeza/fatiga/apatía: eso está ahí, sí, y yo puedo seguir actuando como si fueran características neutras del cambio de estación. Viéndolo, dándome cuenta.
¿Por qué les doy un matiz negativo? por qué no puedo verlas como cualidades del otoño sin más.
Tengo tristeza, pero no me la tomo en serio, tengo pereza y tampoco dejo de hacer lo que quiero hacer. Lo veo y sigo con ello. No me quejo. Lo puedo expresar, sí, pero sin la queja, pues esta no me lleva a ningún lugar… A veces se me escapa un “buffff”. Sí, no pasa nada. Vuelvo a empezar. Y así una y otra vez. Y así y una y otra vez.
Podrías probarlo!
Es sugestivo ver cómo conecto conmigo, voy sintiendo, viendo y experimentando.
Como le decía el otro día a un alumno: bienvenido al mundo interior, al único mundo que SÍ podemos cambiar.
Y para eso hace falta hacer un poco silencio, aprender a sentarse, a silenciarse meditando.
Y eso es vivir despierto. No hacerle caso a las emociones que mi mente me va mostrando.
Eso es vivir conectado contigo, lejos de lo que nos propone la sociedad que es estar conectado con el exterior y pendiente de todos los mensajes externos. Vivimos así, nuestra época nos lo pide y las ciudades lo exigen.
Urge reconectarnos, darnos tiempo, explorar nuestras sensaciones, identificarlas y atenderlas. Urge sentarse a meditar. A reconectar.
Vivimos en un mundo el que la apariencia cuenta, y diría que demasiado… nuestra responsabilidad es volver a la esencia, a iniciar un camino de autoconocimiento a través de la meditación y como dice el maestro en una entrevista que le hicieron hace años en un periódico catalán “Que no nos cueste ser felices”.
Con el método inspira es lo que trabajamos, enseñamos a silenciarnos a través de la meditación. A vivir mirando también hacia adentro e investigando por qué me siento así. A no tomarnos las cosas tan en serio, vaciar un poco la mochila que todos llevamos, pero al menos que no esté tan cargadita. Aprendamos a vaciarla de vez en cuando, pues la vida es también un juego. Y el rumbo lo marcamos nosotros, los tripulantes que llevamos dentro, los que hemos de ilustrar ;).
Más info del Método Inspira:
💪🏻 Ahh! deciros que acabamos de incorporar los On-line 🖥️ en nuestras sesiones semanales.
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