humildad

humildad

La humildad es amiga del silencio, de la introspección y del recogimiento. La humildad no compara, pues está centrada en sí misma. No es tanto una conducta como una actitud que nace de un correcto alineamiento de uno consigo mismo.
La humildad aleja el orgullo, porque es su contrario, disipa el egoísmo y la soberbia.

La persona que es humilde descansa en su humildad.
Sólo quien se conoce es capaz de ser humilde. Quien no se conoce suele confundir humildad con una forma de egoísmo, la sumisión.

Para ser humilde hay que presentar batalla al ego. Si esta batalla se gana, la humildad nos dará fuerza.
Una persona humilde no puede ser humillada.

silencio

silencio

El silencio me acompaña y últimamente se ha convertido casi en una necesidad. Es más que eso. Estar en silencio me lleva a casa, me lleva a un lugar en calma en donde puedo ser. Donde mi ego puede relajarse y perderse un poco; donde no estoy sujeta a nada. Sí pendiente a la disciplina de mantener mi concentración centrada, a veces en la respiración, a veces en un sonido, y otras en el vacío.

En el silencio estoy en comunión con mi ser esencial y en el silencio puedo escuchar a mi corazón y discernir, observar lo que es bueno para mi y lo que no me conviene. Gran momento que intento extenderlo durante la jornada… y así evitar dejarme llevar por la inercia agotadora.
Bonne Journée!

El silencio es un camino precioso, que demanda más y más. Y la atención continuada que acompaña a ese silencio da paz y armonía a la vida.

Jugamos?

Jugamos?

En Ambrosía (ver webs de interés)
 en las maravillosas clases de Carola
Estoy actualizando mi web www.meditacionenbarcelona.es.  Y para que ésta sea rica en contenidos os propongo un juego: que me ayudéis a encontrar todas las palabras relacionadas con la meditación.
Con vuestra colaboración haremos que todas estas “palabrejas” aparezcan en la nueva web a lo largo de los escritos.
Os avisaré por este medio cuando la web esté lista.
Empiezo por las siguientes, meditación:
respiración lenta y profunda, suave y fina, concentración, limpieza, sensibilidad, sutil, paz, armonía, control sobre uno mismo, mayor escucha del entorno, sensibilidad, aislamiento, alegría, silencio, ausencia de miedo, ausencia de carencia, escucha sin juicio, práctica, calma, vivir en el ahora, quietud, salud, contemplación, perseverancia, paciencia, estar presente,

Un abrazo y gracias! 😉
Meditacionenbarcelona.es

Meditacionenbarcelona.es


La sala de «El local» preparada para los lunes 19h. 
Para mas info clicka aquí


Han sido horas de meditación viendo como la mente juguetona me llevaba de un pensamiento a otro sin parar.
La meditación diaria, como hábito, se manifiesta en una nueva actitud, más centrada y serena. Mas calmada. Esta nueva percepción nos ayuda a paliar la ansiedad producida por un estrés que no controlamos. Nos permite encontrar una mayor serenidad y el silencio interior que andamos buscando.
El silencio me ha dado una visión panorámica que no me da la experiencia cotidiana, pues ésta es fácilmente manipulada por diversos factores, principalmente yo misma. El silencio me  ayuda a sopesar y entender que todo depende de mis acciones. Que todo reside en mi. Humildad para comprenderlo y más para asumirlo.

Contemplación y calma

Contemplación y calma

La simple contemplación de este paisaje me  lleva al silencio. La mezcla del canto de los grillos y el de las cigarras produce un ruido ensordecedor que me embriaga. Solamente con este acto de escucha, atento y concentrado, la meditación se da.
Además está la luz. Es la irradiación grisácea de un atardecer lluvioso que da al mar un tono aceroso y brillante. La luz aparece y se esconde, por delante y  por detrás de las nubes, juguetona, dejando a la vista la majestuosidad de la naturaleza en estado puro. El mar está quieto, en calma y refleja la vegetación circundante. Una quietud tan solo rota por un sonido “splash, splash” , son las suaves y delicadas olas que rompen en la orilla del embarcadero.
El canto ensordecedor de cigarras y grillos no puede ser mas bello. Y la luz tiñe de magia del lugar. Los olivos casi besan el mar y la contemplación te lleva a la calma. No hay mente. Hay calma. 


Silencio y calma, compasión.

Silencio y calma, compasión.

¿Por qué en el silencio siento una compasión que desaparece – por decirlo de una manera gráfica -a la que pongo los pies en el suelo? Creo que es porque, en ese plano de consciencia, la comprensión y el amor se unen, realizando un proceso de fusión del que surge la compasión.
El silencio me ayuda a comprender. Me ayuda a ver desde otro punto, a apartar el cojín que parece estar pegado a mi rostro y a darme perspectiva. Me sitúa en un punto, en el que no suelo estar en el día a día. Y esto, ¿cómo lo hago? Entro en el silencio y, ahí, dejo que surjan las respuestas. A veces, éstas aparecen. A veces, no lo hacen. Aún así, sea cual sea el resultado, continúo con perseverancia e ilusión. Confío en que ese es el camino: el silencio de la meditación profunda en el que se da shamata, la calma.
Pues la compasión surge del amor unido a la comprensión. Y así, a medida que va apareciendo la compasión, se va desvaneciendo todo juicio.

(La foto elegida ha sido el regalo de Fliying in the Sky por mi cumpleaños. Grácias )
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