«La verdadera disciplina no se impone» afirma el Dalai Lama, es fruto de la motivación y la determinación de uno mismo. No se ejerce con pesar, puesto que entonces pierde gran parte de su potencial.

La disciplina es eficiente cuando va precedida de Ver. De ver algo que se constituye en un objetivo a alcanzar. Cuando esto ocurre me doto de determinación para dar pasos en pos de este objetivo. Y la sistematización y regularidad de estos pasos es lo que llamamos disciplina.
La acción disciplinada requiere indudablemente de energía y esta solo puede venir desde el interior.
Y en el caso de la meditación se da algo peculiar; una excelente fuente de energía para la práctica de la meditación es la propia meditación.   Wahe Gurú!