por admininspira | Jun 1, 2023 | armonía, calma, ego, Meditación, presencia, silencio
El ego es aquello que creo ser, es ese conjunto de ideas que tengo sobre mí y que solo son, en verdad, un conjunto de pensamientos más, de los miles de pensamientos, unos 60.000 al día, que surgen en mi cabecita a diario y en todo momento. Me dejo guiar por ellos porque creo que ese soy yo, que es mi forma de ser. Yo como Inés me identifico con ellos y creo que soy yo. Y ahí reside el problema. Ese es el meollo de la cuestión. La identificación en la que me adentro sin apenas percibirlo.
Cuando empiezas a observar el tema y llevas un tiempo trabajando sobre esta idea, puedes ver, darte cuenta, de que ese modo de comportamiento no eres tú, sino el resultado de tus pensamientos condicionados. Y claro, todo lo que se construye con el tiempo, de forma condicionada por la educación, dónde y cómo vivimos… acaba componiendo un paisaje. Si tú hubieras nacido en otra familia y otra ciudad, serías otra persona distinta… Nacemos vírgenes de pensamientos, niños, y a medida que vamos cumpliendo años, se va configurando lo que llamamos ego, que no es la esencia de cada uno, sino una serie de ideas que adopto como mías y por tanto me identifico con ellas.
Entonces aparece la gran pregunta que se han formulado los místicos desde la antigüedad: ¿quién soy yo? “Yo soy el que soy” le respondió Dios a Moisés cuando éste le interrogó sobre quién era https://es.wikipedia.org/wiki/Yo_Soy_el_que_Soy
Pongamos un ejemplo sobre lo que estamos hablando: María es muy controladora porque cree que, si no lo tiene todo bajo control, se le puede escapar algo y verse perdida. Entonces su cabecita está sumida en ese control férreo a fin de que nada se le escape, malgastando una energía que no tiene y acaba agotada de tanto pensar. ¿Cómo salir de ahí? ¿Cómo zafarse de esta mente, en este caso controladora por miedo al desenlace? Sólo hay una manera segura, abocarse al silencio de la meditación y dejar ir esos pensamientos reiterativos en la paz y la serenidad que el silencio otorga.
Cuando estás en el silencio meditativo, todo es de otra manera, hay sosiego, relajación y apertura, a pesar de los cientos de pensamientos que se van sucediendo en tu cabecita testaruda. Sólo has de darte cuenta de ellos y dejarlos pasar, como las nubes blancas bajo un cielo azul: llegan y se van. Eso es todo. No se ha de hacer nada más. Por ello le llaman también el “arte del no hacer”.
Pero la mente vuelve a dar la lata: esto es muy aburrido, me dice, estoy perdiendo el tiempo porque no hago nada más que pensar y no medito. Nunca podré, soy demasiado nerviosa, tengo muchas cosas que hacer… y algunos acaban dejándolo o pasándose a otro tipo de terapia acabando por picotear sin profundizar en ninguna. No era su momento, no pasa nada. Pero esa actitud responde, como decíamos al principio, a esos pensamientos que me dicen que nunca podré o que estoy perdiendo el tiempo.
De aquí que en el método inspira recomendamos empezar con 5-10 min. de meditación diaria, si puede ser 2 veces al día y de forma rigurosa, con intención, ilusión y una mente abierta. Al cabo de unos cuantos días, la cantidad de pensamientos irá descendiendo, pudiendo de alguna manera saborear la serenidad de la mente o calma mental, Shamata शमथ y el sosiego del corazón.
Desde nuestro método te invitamos a conquistar el arte de la meditación. Es una invitación sencilla puesto que no hay mucho que hacer, y sí mucho que desaprender, como siempre nos recuerda nuestro maestro Swami Rameshwarananda Giri desde el CampusPHI https://cvuc.eu/ .
Gracias por seguir ahí, haciendo de motor para seguir escribiendo este blog.
Un fuerte abrazo!! .
por admininspira | Nov 10, 2015 | armonía, atención continuada, calma, casa, corazón, discernir, ego, inercia, jornada, necesidad, paz, silencio, vida
El silencio me acompaña y últimamente se ha convertido casi en una necesidad. Es más que eso. Estar en silencio me lleva a casa, me lleva a un lugar en calma en donde puedo ser. Donde mi ego puede relajarse y perderse un poco; donde no estoy sujeta a nada. Sí pendiente a la disciplina de mantener mi concentración centrada, a veces en la respiración, a veces en un sonido, y otras en el vacío.
En el silencio estoy en comunión con mi ser esencial y en el silencio puedo escuchar a mi corazón y discernir, observar lo que es bueno para mi y lo que no me conviene. Gran momento que intento extenderlo durante la jornada… y así evitar dejarme llevar por la inercia agotadora.
Bonne Journée!
El silencio es un camino precioso, que demanda más y más. Y la atención continuada que acompaña a ese silencio da paz y armonía a la vida.
por admininspira | Oct 20, 2015 | aislamiento, armonía, calma, concentración, contemplación, estar presente, paciencia, perseverancia, quietud, salud, sensibilidad, silencio, sutil, vivir en el ahora
En Ambrosía (ver webs de interés)
en las maravillosas clases de Carola
Estoy actualizando mi web
www.meditacionenbarcelona.es.
Y para que ésta sea rica en contenidos os propongo un juego: que me ayudéis a encontrar todas las palabras relacionadas con la meditación.
Con vuestra colaboración haremos que todas estas “palabrejas” aparezcan en la nueva web a lo largo de los escritos.
Os avisaré por este medio cuando la web esté lista.
Empiezo por las siguientes, meditación:
respiración lenta y profunda, suave y fina, concentración, limpieza, sensibilidad, sutil, paz, armonía, control sobre uno mismo, mayor escucha del entorno, sensibilidad, aislamiento, alegría, silencio, ausencia de miedo, ausencia de carencia, escucha sin juicio, práctica, calma, vivir en el ahora, quietud, salud, contemplación, perseverancia, paciencia, estar presente,
Un abrazo y gracias! 😉
por admininspira | Oct 31, 2014 | añoranza, armonía, desasosiego, navegar, sentimentalismo, silencio, suspiro, vacío
No sé si a ti te pasa lo que a mi. Cuando leo un periódico en papel que, es algo que antes hacía de manera habitual y ahora hago en muy contadas ocasiones, suelo tropezarme con noticias extraordinarias. Hasta el punto que si no fuera porque las veo escritas pensaría que son tan solo un invento. Suelen ser piezas cortas y situadas como a desmano que cuentan cosas deliciosas. Ahora mismo acabo de leer una de ellas. El titular y la foto son bastante sosainas. Por el contrario, lo que explica es fascinante. Si te gusta viajar en tren y uno de tus sueños es amueblar el salón de tu casa con cuatro butacas de un vagón, ve sacando la tarjeta de crédito. Por 200 euros las butacas son tuyas. Tan solo tienes que ir a eBay pujar por ellas. Es más, si tienes 42.860 euros te puedes comprar un tren. En concreto, un vagón de la serie 111. Los entendidos te dirán que vale la pena comprar el convoy entero. Empezando por la locomotora que se cotiza a 15.080 euros y los vagones de pasajeros que están a 12.405 euros. La subasta la organizan los de la Generalitat y confían en que será todo un éxito. El factor clave del tema está en el sentimentalismo que al parecer acompaña a los amantes de los asuntos ferroviarios. Ver ejemplar haciendo un clik: http://historiastren.blogspot.com.es
Lo cierto es que no es mi caso. Viajar en tren me produce un inmenso desasosiego. Creo que es porque no forma parte de mis recuerdos de infancia. Justo lo contrario que me sucede cuando voy en avión. Otro asunto sería lo de viajar por mar. Eso si que me pone sentimental L. De hecho, cualquier que haya sentido añoranza del profundo sentimiento de libertad que supone llegar a tierra con los labios agrietados por las salpicaduras de las olas que cruzan la cubierta al realizar una maniobra, sabe de lo que hablo J. Otra cuestión es que los viajeros de tierra entiendan lo que se siente. Reconozco que existe algo de locura en eso de pretender ir de un sitio a otro metido en un artefacto que flota a merced a la voluntad de los vientos. Si lo piensas, es una aventura disparatada. Hasta que te sucede lo siguiente.
Cuando sales a navegar, puede sucederte como cuando lees la prensa escrita. Todo tu ser, todo lo que sientes, puede quedar eclipsado cuando por ejemplo, al levantar la mirada descubres un bulto gris flotando en el horizonte. Un bulto que, de repente, cobra vida. Un bulto inmenso que se desplaza con una lentitud asombrosa. Tanto que piensas que no es nada. Que es tan solo la sombra de una ola. Hasta que, cuando menos te lo esperas, detectas un sonido familiar que procede de ese bulto. Es un suspiro. Entonces, descubres con asombro que ese bulto gris es una ballena. Lo que sucede a partir de ahí es bien sencillo. El sonido de ese suspiro te acompañará allá por donde vayas. https://www.youtube.com/watch?v=SCrgGPQJ-hc
A partir de ahí vivirás atrapado en la felicidad instantánea de navegar por los océanos y los mares. Los de agua y los de tierra. Porque, con o sin océanos de por medio, todos podemos intentar lo que vamos a llamar un imposible. En todos nosotros existe ese descubrimiento: vivir el momento. Ya sea al leer el periódico, o al embarcar rumbo a nuevas aventuras. Todos sabemos que, cuando menos nos lo esperamos y de la manera mas insospechada, algún día embarcaremos rumbo a la aventura. Una vez allí tan solo es cuestión de tiempo el que todo cobre sentido. Lo sabrás porque escucharás algo parecido al «suspiro de una ballena». Es la magia que tiene respirar largo y profundo, te serena y te centra. Se produce un silencio completo, vacío, que hace que todo el exterior pierda razón de ser, porque tu estás ahí, conectado y viviendo ese silencio. Esa armonía. Entonces todo cobra sentido.